Marcar un horario. A menudo, por motivos de trabajo o personales no puedes dejar de lado el móvil por completo. En este caso fija un horario en el que puedas consultar correos o mensajes. Si puedes cuadrarlo para pasar al menos un día sin móvil , mucho mejor. Podrás desconectar del todo y recuperar el control.

Lucha contra la ansiedad. Las primeras veces te costará resistirte a mirar la pantalla, y puede que sientas ansiedad. Cuando te des cuenta de que el mundo no se para porque no respondas de inmediato a un mensaje o consultes tu perfil, verás que puedes mantener la calma y cada vez será más fácil. Si se te hace difícil, busca apoyo y comparte tu detox digital para conseguir motivación. Habla con tu pareja o busca un amigo con el que compartir el reto. Además, avisa a tu entorno que vas a estar desconectado a determinadas horas para que no se preocupen.

Haz cosas que te gusten. Seguro que el móvil o el ordenador no son tus únicas aficiones. Haz algo de deporte, prueba nuevas recetas de cocina o lee un libro, sal con tu cámara a hacer fotografías en papel. Si no se te ocurre una afición, piensa en algo que te gustaría hacer. Más allá de la tecnología hay un mundo por explorar.

No tengas el móvil en la mesa. Cuando estés comiendo, aleja el teléfono. Y si sales a comer con otros, dejarlos todos en el centro de la mesa y que pague el primero que lo coja. Verás cómo te esfuerzas por no hacerlo.

Elimina apps y desactiva las notificaciones. Revisa las aplicaciones que tienes en el móvil, la tablet o el ordenador, y piensa si de verdad te hace falta. Además de no envidiar las fotos de vacaciones donde tus amigos se lo pasan genial , no saltarán avisos con tanta frecuencia. Si no escuchas timbres o ves luces, será más fácil que dejes de consultar el teléfono tan a menudo. Y lo mismo sucede con las ventanas emergentes en la pantalla del ordenador, si estás trabajando no tienes por qué saber que alguien te acaba de etiquetar en redes sociales